Carta al señor presidente

Escribe: Eduardo Adrianzén 

Presidente Ollanta Humala Tasso: con todo respeto, me dirijo a usted como uno de los miles de ciudadanos que lo apoyamos activamente para lograr su triunfo el año 2011.

Comprendemos las grandes dificultades que implica gobernar nuestro país, y que los poderes fácticos de siempre jamás querrán facilitárselo. Hoy como parte de ese acorralamiento, lo presionan desde varios frentes para que otorgue la gracia del indulto al reo Alberto Fujimori. Pero al margen de los candados jurídicos –que los hay–, ¿acaso no sabemos de sobra que esto no tiene nada de cruzada humanitaria, y es puro cálculo político?

Es cierto que muchos compatriotas lo piden y de eso se aprovechan sus líderes para manipularlos, llamando “reconciliación” a la impunidad y la mentira. Pero un indulto lo último que haría es reconciliarnos.

Al contrario, agudizaría los enfrentamientos y decepcionaría a millones que vimos en usted la esperanza de frenar la corrupción. Peor aún, le echaría combustible a los ideólogos de la violencia que buscan levantar cabeza: “¿Ya ven? ¡El sistema es putrefacto, hay que destruirlo!”, sería su discurso. Mortal, pues lo que más necesitamos es predicar con el ejemplo y hacer pedagogía democrática. De paso: quienes hoy piden “compasión”, son los mismos que no tuvieron ninguna con usted en la campaña electoral, y no vacilarán en clavarle cuchillos en la espalda apenas puedan. Lo sabe.

Si indultara al reo Fujimori, estamos seguros de que su lesión en la boca sanaría “milagrosamente” en 24 horas… pero la dignidad y autoestima nacional no sanarían ni en 3 generaciones. Y sin duda, usted no quiere pasar a la Historia de esa manera. Muchísimas gracias por su atención. Atentamente.