viernes, 19 de octubre de 2012

Solidaridad con Javier Diez Canseco



Por: Gustavo Guerra-García

A finales de la década de los 60 Javier Diez Canseco era dirigente del Frente Revolucionario de Estudiantes Socialistas (FRES). Un movimiento que tenía por referente nacional al partido Vanguardia Revolucionaria (VR), por ese entonces liderado por Edmundo Murrugarra.

A principios de la década de los 80, Diez Canseco lidera VR y con el MIR de Carlos Tapia y el PCR de Manuel Dammert, forman el Partido Unificado Mariateguista (PUM), que fue un grupo importante al interior de Izquierda Unida (IU). En IU, en la década de los ochenta, Diez Canseco lideraba posiciones que yo no compartí en relación a la democracia y a cómo debían ser los procesos de cambio en el país. Él confrontó intensamente con la mitad de la izquierda que apostaba por la vía democrática por defender la vía “revolucionaria”. Sin embargo, más allá de las discrepancias del pasado, que hoy son menores pues actualmente no hay un debate entre reforma y revolución, debo decir que Javier Diez Canseco, en toda su trayectoria -de más de 40 años haciendo política- ha sido un excelente parlamentario, admirado por sus compañeros de causa y respetado por sus adversarios.

Javier Diez Canseco es una persona honesta y consecuente, y se ha enfrentado a poderosos personajes en muchas oportunidades. Ha sido elegido 7 veces como parlamentario y ha conducido denuncias importantes contra los sectores del aprismo y el fujimorismo que hoy quieren manchar su trayectoria con una acusación absurda. Según la Comisión Técnica del propio Humberto Lay, la propuesta de canje de acciones orientada a igualar derechos entre diferentes tipos de accionistas, si se hubiera encaminado hubiera perjudicado a su esposa e hija, que poseen el 0.00007% de las acciones de inversión en el mercado. Por ello, la acusación que le formulan parece claramente un intento de dañar el prestigio de un parlamentario experimentado y correcto, que tiene el defecto de que ningún poder económico lo puede controlar. Javier Diez Canseco es importante en el parlamento y si el pleno lo sanciona por una falta absurda e inexistente será un triunfo pírrico de los sectores que han apañado la corrupción durante todo el quinquenio anterior. Quiero expresar, desde esta columna, mi solidaridad y respaldo al congresista de la República Javier Diez Canseco y expresarle que quienes creemos que hay que denunciar la corrupción estamos con él en este momento y esperamos que el pleno del Congreso le enmiende la plana a tres congresistas de la comisión de Ética que, por razones estrictamente políticas, han intentado afectar su imagen y su dignidad.

JAVIER DIEZ CANSECO ES UNA PERSONA HONESTA Y CONSECUENTE, Y SE HA ENFRENTADO A PODEROSOS PERSONAJES EN MUCHAS OPORTUNIDADES. HA SIDO ELEGIDO 7 VECES COMO PARLAMENTARIO Y HA CONDUCIDO DENUNCIAS IMPORTANTES CONTRA LOS SECTORES DEL APRISMO Y EL FUJIMORISMO QUE HOY QUIEREN MANCHAR SU TRAYECTORIA CON UNA ACUSACIÓN ABSURDA