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Ferrero advierte: “Hoy el gobierno tiene muchos problemas que impiden llegar a una verdadera inclusión social soñada por el actual Presidente”. |
Siempre me ha sido difícil encontrar a un entrevistado que pudiera hacer un recuento de la problemática del país con la suficiente independencia, experiencia vivida y frialdad cognoscitiva propia del hombre acostumbrado a dictaminar. A los politólogos les falta la experiencia vivida, la experiencia “per se”, independientemente de que sus opiniones sean muy valiosas; a los políticos en funciones les falta la independencia, ya que por algo están donde están y su partidismo cuenta mucho; a los políticos independientes en ejercicio (ya en un rango menor) que han hecho de la política su razón de vida andan en ebullición tratando de situarse “a codazos” y buscando su sitio entre los demás. Creo que Raúl Ferrero Costa (71) reúne grandes condiciones para darnos un dictamen general sobre la situación del Perú en estos momentos por varias razones: ser un político con experiencia vivida, pues fue senador por el Fredemo sin que eso supusiera que su trabajo más importante estuviese adscrito a la política, ya que primero que nada era un jurista famoso y de prestigio; haberse retirado de la política activa hace muchos años sin decir con ello que no haya estado observando agudamente los avatares del país desde un palco proscenio. Tiene la frialdad necesaria para dictaminar. Fue decano del Colegio de Abogados de Lima durante dos períodos consecutivos. En el Restaurante Costa Verde, cara a cara y tras luenga charla previa llego a la conclusión de que puede otear con vista de águila lo que ocurre en el Perú en estos instantes. Veamos lo que nos dice.
–¿Tuvo una vida política intensa?
–Intensa aunque esporádica por estar totalmente dedicado a mi estudio de abogados y a la enseñanza universitaria. Básicamente soy un independiente en política, actividad que no ejerzo desde que dejé de ser senador.
–¿Cómo cree que ve el país al presidente Humala?
–Si bien Humala habló al comienzo de su campaña de la gran transformación con lo cual alcanzó el 31 % de votos en la primera vuelta, se dio cuenta que lo que el país quería era continuar en la buena senda económica que nos estaba permitiendo crecer entre el 6 y el 7 % anual de PBI como venía ocurriendo. Entonces cambió su programa para la segunda vuelta, presentando una hoja de ruta que respetaba la economía social de mercado tal como lo establece la Constitución. Se dio cuenta de que la gente quería un programa político moderado eliminando radicalismos. Eso le permitió ganar en la segunda vuelta con el 53 % de votación. Hoy el gobierno tiene muchos problemas que impiden, si no se arreglan ya o se arreglan a destiempo, llegar a una verdadera inclusión social soñada por el actual Presidente.
–Vayamos al primer problema.
–Tanto las regiones (con contadas excepciones) como el Gobierno Central están retrasados en más del 60 % de la inversión y el gasto público que deberían haber realizado. Desgraciadamente todo nuestro sistema y estructura del Estado están todavía dependiendo de la antigua idea de organizarse para la escasez.
–¿Escasez? ¿Qué quiere decir con esto?
–Siempre lo que ha faltado es dinero que es lo que ahora sí se tiene y desgraciadamente el sistema y su burocracia correspondiente no se han adaptado a las épocas de bonanza en los ingresos públicos como ahora está ocurriendo. Sobra plata y no saben qué hacer con ella. La administración pública no está preparada para gerenciar un Estado que ahora sí tiene dinero para invertir en obras de infraestructura vitales para el país. El déficit de inversión en infraestructura se estima que llega a 40 mil millones de dólares.
–Esta incapacidad gerencial está desperdiciando el sueño de la inclusión social.
–Todavía tenemos proyectos, principalmente mineros y energéticos, en el sur del país, que se están ejecutando al ritmo previsto pero que si continúan los conflictos sociales que estamos presenciando, podrían perder ritmo y desacelerarse y a su vez ello podría llevar a que otros proyectos de la misma índole se detengan como ha ocurrido en Cajamarca con el caso Conga. El gobierno tiene que esmerarse en dar las garantías suficientes al pueblo sometido por los políticos interesados en crear caos en beneficio propio. En este momento existen proyectos que deberían comenzar a dar sus frutos a fines de este año y en el que algunos de ellos, por sí mismos, podrían representar más del 1 % del crecimiento anual del PBI. Hay que promover la educación como factor de desarrollo, porque sin ella el peligro es que desperdiciemos nuevamente una oportunidad especialísima para convertirnos en país desarrollado tal como queremos la gente de buena fe que es mayoritaria en el país.
–Pero los buitres que buscan el poder a través del desorden y con ello el fracaso de Humala como Presidente (para ocupar ellos el poder en el futuro) no lo quieren permitir.
–El Estado debe hacer respetar el principio de autoridad y debe ser firme en sus decisiones y al mismo tiempo buscar entender mejor los problemas sociales que se presentan al interior del país.
–Volvemos a lo mismo. Esa gente manejada por esos buitres no sabe ni lo que es la palabra “democracia” y se deja llevar por los primeros que ven y les prometen cosas.
–Si bien tiene usted razón también es cierto que el Estado no tiene ni ha tenido anteriormente la debida presencia en el interior del país hasta el punto que ha descuidado la educación, la seguridad ciudadana, los servicios públicos como la salud, educación cívica, etc., en las zonas que hoy son conflictivas.
–¿Y qué sucedería si, de una puñetera vez, al que quema una llanta y retrasa el tráfico (que es para todos) lo meten a la cárcel por tres meses?
–Haría falta revisar el código penal para ver la severidad de las penas, ya que quemar llantas en la vía pública no está permitido.
–Si se quemaran llantas en la avenida Larco, ¿no irían a la cárcel los revoltosos?
–Las penas son las mismas para todo el país. No se puede hacer diferenciación en la aplicación de la ley según las regiones. El código penal debe ser aplicado con mayor severidad.
–¿Cree que los jueces son corruptos en general?
–En general no, pero no se puede negar que sí existe corrupción en la Administración de Justicia como en otras esferas del Estado. Pero no se olvide ni nos olvidemos de la educación. En otros países se ha tenido mucho éxito involucrando en la reforma educativa al sector privado, como son entre otros casos el de Brasil y la India en que se están obteniendo estupendos resultados, ya que están logrando que ésta se adecue a las necesidades del país, y además que no se dispersen los esfuerzos de dos sectores que deberían complementarse. Tiene que modernizarse la educación, dándole paso a la innovación y a la tecnología que se encuentran ausentes en nuestro país en la mayoría de los casos. Sabemos que la CONFIEP está haciendo algo que debe coordinarse debidamente con el gobierno. La ley de la carrera magisterial que se está elaborando debe basarse en la meritocracia, la cual lleva a la necesaria capacitación permanente de los maestros para que eleven su rendimiento, ya que éste se encuentra muy por debajo del promedio de los países latinoamericanos.
–¿Y qué me dice de las huelgas del Sutep que dejan a los niños sin estudiar?
–Esto es gravísimo porque a estas alturas lo probable es que estos escolares pierdan el año, con lo cual se agravará aún más el problema.
–¿Existe alguna huelga hoy en día con cierto sustento?
–Creo que la huelga de los médicos dependientes del Ministerio de Salud tiene sustento. Estudian siete años y continúan estudiando toda su vida. Los enfermeros y enfermeras con diploma, así como otros operadores de la salud, también son exactamente dignos de toda consideración. Evidentemente todos tienen que ganar más. No es posible abandonarlos. Como éste hay muchos otros problemas, incluso mucho más trascendentes por graves y peligrosos como son el terrorismo, el narcotráfico y la delincuencia, los que si no se enfrentan con prontitud e inteligencia pueden terminar desbordándose sin contención posible. Aquí sí que el gobierno tiene que darse prisa en resolver estos problemas tan dramáticamente acuciantes para el bienestar y tranquilidad del país.
–¿Otros problemas?
–Se debe revisar la legislación sobre descentralización para que los gobiernos regionales tengan una mayor y mejor coordinación con el gobierno nacional, estableciéndose con claridad cuáles son las competencias de cada uno para que en su conjunto sumen sus actividades y no confundan sus respectivas responsabilidades. Existen pocas regiones que coordinan sus actividades con el Gobierno Nacional. Deberían reunirse todos los meses para coordinar sus acciones, así como el Consejo de Ministros se reúne todas las semanas. No puede ser que existan 26 Perús distintos sin el debido contacto y sin la visión de conjunto a nivel nacional. No somos un estado federal, los presidentes no pueden ser una especie de reyezuelos que vayan por donde les viene la gana. La descoordinación actual entre regiones y Gobierno Central es muy negativa.
–¿Qué lamenta usted de su carácter?
–Quizás el ser demasiado estricto conmigo mismo y con las personas más queridas. A veces puedo parecer demasiado firme con mis ideas, por lo que me falta ser más condescendiente con los demás. Mis propias convicciones me han llevado a enfrentamientos algunas veces innecesarios.
–Hábleme de sus amores juveniles.
–En ese aspecto era más inquieto que tranquilo. Los tuve sin ser demasiado estable en la relación. No duraban mucho, entre otras razones, debido a que tenía demasiadas inquietudes en otros campos que también me demandaban exigencias de tiempo. En la primera juventud uno quiere abarcar mucho. Y quien mucho abarca poco aprieta. Uno se va definiendo cuanto más se acerca al logro del título profesional. Ante ello, mis amoríos eran más bien pasajeros.
–¿Cuál fue su primer gran amor?
–Conocí a mi actual esposa, Teresa Álvarez Calderón Sehr (su madre era alemana), en la Asociación Artística y Cultural Jueves, ya que ella cantaba en el coro. Tenía una voz preciosa que la sigue conservando hoy en día, de tal manera que la han ido llamando a través del tiempo a cantar en los coros para algunos de los principales eventos corales que se han dado en el país. El amor entró por la música. Éramos grandes amigos e indudablemente nos gustábamos sin que pasáramos a más. Terminada la carrera fuimos novios formales durante dos años y nos casamos después de graduarme como abogado en La Católica y terminar mi posgrado en Inglaterra. Entonces comencé a ejercer como abogado y a la vez daba clases en la Universidad de San Marcos. Hoy tenemos cuatro hijos profesionales, todos casados, que nos han dado once nietos.
–Carlos Ferrero Costa, el ex Primer Ministro y Eduardo Ferrero Costa, el ex Canciller no son sus hermanos a pesar de llamarse usted Raúl Ferrero Costa.
–Carlos y Eduardo Ferrero Costa (hermanos entre sí) son mis primos hermanos dobles ya que son hijos de mi tío Alfredo, hermano de mi padre e hijos de una hermana de mi madre. Mi hermano Augusto, ex embajador en Italia, es mi socio en el estudio de abogados. Somos hermanos de padre y madre. Todos los Ferrero Costa somos gente extraordinariamente unida.
–¿Cómo se siente en la profesión de abogado?
–Si bien absolver consultas legales es para lo que más me buscan, a mí en particular me gusta más ejercer la defensa en el Poder Judicial. Además, defender causas ante al Tribunal Constitucional es siempre un reto que motiva sobremanera.
–¿Le gusta el deporte?
–Desde siempre tengo incorporado en mi vida el deporte. Lo practico interdiariamente. Me ayuda a sentirme mejor.
–¿Volvería a la política activa?
–Tendría que pensarlo muy bien antes de hacerlo, ya que soy consciente que me apartaría del ejercicio de la abogacía. (Por: José Valero de Palma- CARETAS)