La Comisión de la Mujer y Familia del Congreso aprobó ayer el proyecto de modificación del “Nuevo Código de Niños, Niñas y Adolescentes”, el cual será colocado en agenda para ser debatido y votado en la próxima sesión del Pleno.
Así se cumplió la sospecha de organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos de la mujer, como Promsex y Demus, que anunciaron previamente que el predictamen de dicha norma instauraría los derechos del “concebido” como absolutos, colocándolos por sobre los derechos de la mujer, algo que han denominado "un serio retroceso" en los derechos humanos en Perú, al contradecir la legislación vigente y los tratados internacionales de derechos humanos que nuestro país ha suscrito.
A la breve y extraña sesión ocurrida en la sala Bolognesi del Parlamento, llegaron en su mayoría congresistas de Fuerza Popular de conocida filiación evangélica, quienes votaron en bloque.
ENTRE LÍNEAS
Las disposiciones más controvertidas aprobadas han sido el artículo 4º de la norma, que establece que “el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece y goza de protección especial y privilegiada”, y el artículo 7º, que sentencia: “cuando existen conflictos entre los derechos de los intereses de los niños, niñas y adolescentes y otros derechos e intereses igualmente legítimas, prevalecerán los primeros”.
Las organizaciones de defensa de la mujer han afirmado que este nuevo código no puede tener injerencia para resolver conflictos de derechos ni señalar la prevalencia de un derecho sobre otro, como es el caso del pedido para despenalizar el aborto terapéutico para las mujeres y adolescentes, que fue contemplado en el código penal desde 1924, pero nunca reglamentado. Así, de acuerdo a esta norma no se podría interrumpir un embarazo aunque la madre estuviera en peligro de muerte.
La congresista Gladys Oseda propuso la modificación del artículo 4º eliminando los términos “especial” y “privilegiada”, pero este cambio no fue aceptado.
SESIÓN MÍNIMA
Aurelia Tan, legisladora fujimorista y presidente de la Comisión de la Mujer, inició ayer la sesión anunciando la ausencia de las congresistas Celia Anicama y Verónika Mendoza por licencia, y de Natalie Condori por una reunión de la Comisión de Comercio Exterior del Parlamento, de la que también es integrante.
La congresista Mendoza es precisamente la abanderada de la campaña “Déjala Decidir”, un reciente pedido al Legislativo para que se despenalice el aborto por violación sexual.
Un hecho extraño fue que uno de los primeros en llegar a la sala fue el congresista fujimorista Julio Rosas, –el mismo que intentó implantar el Día de la Biblia a través de un olvidado proyecto de ley–, líder de un sector evangélico, debido a que, según explicó, este proyecto de ley se había debatido en su comisión –la de Justicia– en la pasada legislatura.
Al evangelista Rosas habría que sumar a su compañera de bancada y asidua visitante de Alberto Fujimori en el penal Barbadillo, María Cordero Jon Tay, quien también es cristiana evangélica. La otra fujimorista presente fue María López Córdova.
En la reunión, participaron también las congresistas Gladys Oseda y Claudia Coari, ambas de Gana Perú, quienes se enfrascaron en un debate con el congresista Rosas por la modificación del artículo 27º, que determinaba en principio que el Estado podía dar información y orientación a adolescentes mayores de 14 años sobre salud sexual, de manera confidencial.
Rosas, defendió que el artículo se quede como tal, es decir, que fueran solo los padres los responsables de dar esa información a sus hijos, y con el apoyo de Cordero, López Córdova y Tan, así se aprobó. Las nacionalistas Oseda y Coari votaron en contra. Justamente, Coari se quejó de que las voces y experiencias de las mujeres de la sierra no eran tomadas en cuenta.
De esa manera, se ha eliminado la obligación que tiene el Estado de brindar información que permita a los adolescentes mayores de 14 años disfrutar su sexualidad, y el derecho a acceder a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad. Y ello significa algo sumamente grave, pues en nuestro país, los adolescentes sufren de una serie de eventos adversos producto de una sexualidad sin información y sin servicios integrales, por lo cual tenemos altas tasas de embarazo adolescente (el promedio es 13.2% pero en Iquitos este llega a 30%).
Todos los fujimoristas, salvo Tan, abandonaron la sesión raudamente al finalizar. Ahora, la defensa de los derechos reproductivos de la mujer quedará en manos del pleno que deberá ratificar o rechazar la decisión.
EL DATO
En noviembre del 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos reconoció que los derechos del concebido no son absolutos, sino graduales.
MARIANO VÁSQUEZ
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