En días que la agenda mediática se ha centrado principalmente en tres temas, el periodista César Hildebrandt, refiriéndose a uno de ellos, el pedido de indulto al sentenciado expresidente Alberto Fujimori, dijo que no cree las razones humanitarias expuestas por el fujimorismo y recordó que el reo cumple una sentencia por delitos de lesa humanidad y ya no tiene cáncer hace cuatro años.
“El encierro produce depresión, pero el asesinato produce a veces castigo, cárcel. Si mandas a matar gente, si tienes al grupo Colina, al que condecoras, al que premias, alguna responsabilidad (tienes). Cuando querías ser senador japonés para huir de la legalidad peruana, y te han chapado en Santiago (…), algo tienes que pagar. Mucha severidad para algunos y mucha indulgencia para otros. Él está condenado a 25 años y quiere salir a los tres años y medio”, indicó.
En “Panorama”, el director de la revista Hildebrandt en sus trece explicó que el problema del fujimorismo es que han mentido tanto que todo lo que dicen parece mentira, y todo lo que hacen o expresan sus voceros, Carlos Raffo, Kenji y Keiko Fujimori, “tiene una atmósfera de falsedad” que le hace mal a ese movimiento.
“No le creo. (Estoy convencido de) que Fujimori pide el indulto para retornar a la política como líder tácito de su organización, para pensar en 2016 como una gran reivindicación a su gobierno. Él tiene el derecho de pedirlo, sí, y nosotros el derecho de negárselo”, remarcó.
Por ello consideró que el gobierno de Ollanta Humala no debería concederle el indulto porque no solo no es un enfermo terminal, sino porque “lo exige como si fuera un derecho”, cuando se trata de una gracia presidencial.
“El presidente debe sopesar; aquí está en juego la impunidad. Si el señor Fujimori tiene cáncer, y realmente tiene serísimos problemas para su recuperación porque el ambiente carcelario y la depresión obstaculizan esa recuperación, pues que se vaya a su casa. Pero si no tiene cáncer hace cuatro años y todo esto es un ardid, como el bacalao, pues (no debería dárselo)”, añadió.
‘EL MUDO’, COMUNICORE
Sobre el segundo tema, la revocatoria contra la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, Hildebrandt dijo que esta campaña no ha sido nada transparente y señaló que había personas detrás de esa iniciativa que no le gustan, como el exalcalde Luis Castañeda, el abogado Marco Tulio Gutiérrez, quien ha reconocido que trabaja para el primero, y los agentes del caso de corrupción Comunicore.
Tras señalar que la gestión de Villarán ha sido deficiente en comunicar sus obras, pues la gente no las conoce, remarcó que ella no es una mala alcaldesa porque está enfrentando dos temas centrales en la ciudad: transporte y el cierre de La Parada.
“Con la mafia de La Parada no pudo ni (Alberto) Andrade ni Castañeda. Ella pudo. El costo fue grande, con un operativo frustrado y la reivindicación en 48 horas. La Parada ya no existe, ahora es un mercado minorista, ya no es el mercado de pulgas y ratas (…). Es un triunfo, le duela a quien le duela. Y lo del transporte es un proceso, y por algo hay que empezar”, expresó. _
“DEBEN PEDIR PERDÓN”
Al preguntársele por el Movadef y el riesgo del terrorismo en el Perú, el periodista señaló que “el Movadef debe pedir perdón al pueblo para empezar la época de la reconciliación, de igual modo que el fujimorismo debe pedir perdón al pueblo. Pero como el Movadef no pedirá perdón por el pensamiento Gonzalo, que ven como guía, no hay perdón, lo mejor es excluirlos. Eso debe cogernos en sere nidad, porque la democracia es más grande que estas cosas”.
Hildebrandt fue cauto al describir la influencia de este movimiento seguidor de Sendero Luminoso y negó que el terrorismo esté avanzando en el país. Indicó que si bien ese brazo político senderista tiene presencia en otros países, sus miembros allí son de un número reducido. Advirtió, más bien, una hipersensibilidad por parte de los medios de comunicación al abordar este tema.
TIRO AL BLANCO AL PREMIER
Hildebrandt también consideró que el primer ministro, Juan Jiménez, no tiene ningún peso político, cuando su función debería ser la de dirigir efectivamente el gabinete y ejercer un contrapeso frente a lo que dice la primera dama, Nadine Heredia, quien –aseguró– es una protectora absoluta del ministro de Economía, Miguel Castilla.
“Es una buena persona, decente y respetable. Pero si fuera su asesor, le diría: 'Juan, ¿existes? Lázaro, levántate, resucita'. Está muerto (…). Debería ser contrapeso y decirle a Castilla: 'Abre un poco el caño, me importa un rábano el superávit'. Este es un gobierno social, y la inclusión requiere un poco de plata, porque si no, no se cumplirá con la inclusión”, indicó.
LUIS GARCÍA ROJAS
