miércoles, 14 de noviembre de 2012

LA MALA RACHA DE FUJIMORI


Escrito por: Jose Alejandro Godoy 
Las últimas semanas han sido un solo de derrotas para la familia Fujimori, en particular, para el patriarca del clan. ¿A qué se deben estas sucesivas malas noticias? ¿Es simple mala suerte o una estrategia equivocada? Aquí, un intento de respuesta.
EL JUICIO POR LOS DIARIOS CHICHA:
Queda claro que nunca estuvo en los planes del fujimorismo que Chile ampliara los cargos por los que fue extraditado su lider. Parte de la confianza que tenían en Alan García se basaba en que el ex presidente no fue precisamente un entusiasta de su venida y que los casos pendientes contra Fujimori en la justicia peruana avanzaban con pasos de tortuga.
Pero confiar en Alan García tiene sus costos. Uno de ellos, tener excesiva seguridad de que no iba a hacer nada. Pero fue al final del gobierno aprista que varios casos se presentaron a Chile para ampliar la extradición de Fujimori.
Obviamente, el encargo fue tomado en este gobierno por una Procuraduría Anticorrupción mucho más activa y estratégica. Y apenas obtuvieron el primer triunfo, con la aceptación en primera instancia del caso Diarios Chicha, tomaron una decisión correcta: contratar al mismo abogado que logró la extradición. Por el lado fujimorista, su abogado presentó un escrito bastante pobre oponiéndose a la misma. Al final, el resultado ya es por todos conocido.
Es muy probable que Fujimori se termine allanando en este caso. Más que por las razones de salud esgrimidas por el doctor Nakazaki, por la misma causa que hizo que, en los anteriores casos de corrupción, aceptara sus culpas. Y es que un proceso largo, en el que se presenten varias evidencias de su responsabilidad en este tipo de hechos, demolería su imagen incluso entre algunos de sus partidarios. Y las pruebas, hay que decirlo, son bastante contundentes.
El campo judicial es uno donde Fujimori ha tenido varias derrotas. De hecho, al no ser un caso con sentencia firme, el caso Diarios Chicha está fuera de los alcances del indulto, que implica una redención de la pena. Y en caso se aprobara el indulto - cosa cada día menos probable, como veremos -, este caso lo dejaría aun dentro de prisión, dado que el proceso se ha iniciado con mandato de detención y podría volver a la misma en ese caso, si es que es declarado culpable. Pero este último escenario parece improbable.
EL PARTIDO DIVIDIDO:
Lo más resaltante del reportaje de Marco Sifuentes presentado el último domingo es constatar, una vez más, las divisiones internas que existen en el fujimorismo.  Así, tenemos a:
a) Un grupo de “amigos de Fujimori” (los albertistas) que son los más entusiastas con la salida de Fujimori y el aprovechamiento político de la situación. Son ellos quienes han impulsado toda la serie de gaffes y errores en los que ha incurrido la estrategia del indulto y, por tanto, ahora son las personas más criticadas en ese sector. Resulta sintomático que anoche uno de ellos, Carlos Raffo, haya sido víctima del apanado de una conocida columnista de un diario local, ex candidata al Congreso por el fujimorismo y cuya posición es favorable al indulto (o, al menos, a un imposible arresto domiciliario).
b) La bancada, en la que confluyen fujimoristas de la primera hora (Salgado, Chávez), figuras mediáticas (Gagó), congresistas nuevos con algo de manejo político (Diaz Dios y Spadaro) y un conjunto de invitados que no dice absolutamente nada sobre el indulto y que mira este tema desde el balcón.
c) Kenji, quien, como dice Sifuentes, nadie sabe que piensa y de quien todo el mundo teme que la embarre hasta el fondo. Oportunidades no han faltado, como la famosa conferencia sobre la prisión de su padre. La ventaja que tiene sobre todos los fujimoristas es que, de los hijos, es el más cercano a Alberto.
d) Keiko, la más renuente al tema del indulto, cuestión que se expresa en sus pocas salidas a declarar sobre el tema. Junto con su estado mayor (Jaime Yoshiyama y Ana Vega - su asesora desde la época en que era Primera Dama -) es quien calcula más los efectos políticos del fiasco que ha sido este proceso.
A esta altura y luego de la revelación de las fotos de la cárcel de Barbadillo, queda claro que el tema, por ahora, está liquidado. ¿Lo pretenderán reactivar en Navidad apelando al único argumento que les queda, es decir, la compasión y la pena?  No se pierdan el siguiente capítulo de esta historia en la que, hasta ahora, el único ganador es Ollanta Humala, quien flota durante un mes y medio pasando piola con las torpezas fujimoristas.