Este miércoles 12 de septiembre se cumplen 20 años de la captura al cabecilla más importante del movimiento terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán. Veinte años, y los responsables reales de su captura, la maquinaria operativa y de inteligencia que permitieron este logro para el bienestar del país, serán homenajeados por el Congreso de la República esta semana.
El Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) fue un sector dentro de la Policía Nacional fundado para cometer aquello que se celebra y ahora puede reconocerse, y que, sin embargo, fue desintegrado en 1995, sin poder cumplir una tarea de pacificación del país a largo plazo.
Tal como lo informó el programa televisivo Cuarto Poder, los líderes de esta sección paralela a los trabajos de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE), fueron los en ese entonces Mayores Marco Miyashiro y Benedicto Jiménez. Nuevas oficinas con el financiamiento del gobierno de Estados Unidos, apoyo económico del ex presidente Alberto Fujimori, y aunque empezaron a operar con 10 integrantes, terminaron con 82 en 1992.
Este grupo de detectives silenciosos trabajaba entre 16 y 18 horas diarias, no solo recopilando documentos y material partidarios, sino también estableciendo la rutina de seguimiento y vigilancia de los domicilios en sospecha de tener una función importante en el mando político y militar de Sendero Luminoso.
Luego de que se lograra la captura de Guzmán, y desmembrar de esta manera el principal cimiento de la estructura terrorista, los integrantes del GEIN recibieron un ascenso extraoficial por el logro obtenido por dicha sección, ascenso que les trajo más problemas que beneficios, así lo informa el reportaje de Cuarto Poder.
El ex Ministro del Interior, Antonio Ketín Vidal, fue en su momento el que recibió gran parte de los laureles por la captura, y el GEIN, una vez desintegrado, fue casi olvidado. Algunos de sus ex integrantes invirtieron el dinero que les fue otorgado, como premio a los objetivos conseguidos, en la financiera CLAE, ampliamente reconocida por estafar a la mayoría de sus ahorristas. Otros, no pudieron ascender debido a que el ascenso extraoficial los eximió de un proceso burocrático que era necesario para ser promovido a un rango mayor luego.
Pese a ello, el Congreso de la República homenajeará esta semana a quienes ya en las redes sociales se les considera como los verdaderos héroes de una batalla ganada a medias, puesto que aquella Victoria -no solo el nombre de la operación – logra avanzar, hasta lidiar con los remanentes del VRAEM y olérselas con el mismo Movadef. No obstante, los homenajeados ya no son responsables de estos últimos.
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JAIME ESPEJO ARCE