Un giro hacia la derecha en Chile es un fenómeno interesante en un país que durante el período de la presidenta Michelle Bachelet se mostró cauteloso frente a las transformaciones ideológicas que vivió América Latina en los últimos cinco años, sin ocultar, no obstante, la tendencia centroizquierdista de su Gobierno que hizo de Santiago la capital de equilibrio político.
El triunfo de Sebastián Piñera sin lugar a dudas impacta en las relaciones regionales en la medida en que los bloques y alianzas que se han formado luchan entre sí para mostrar que su proyecto es el más viable o en sí, sostenible.
"En realidad Perú, Colombia y Chile construirían un bloque más neoliberal que claramente contrastaría la influencia de Venezuela en la región, a la que Piñera ya acusa de no ser una democracia", a previsto el analista político Mauricio Weibel.
Incluso, la vieja amistad de Piñera con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, puede servir la razón para orquestar un pacto estratégico, con intereses económicos fuertes, que generaría suspicacias en Caracas.
Chile hoy tiene una política exterior con sus vecinos centrada en conflictos del siglo XIX, que no le permiten avanzar del todo. Eso hace que sus pugnas con Perú y Bolivia: a la primera le acusa de no respetar pactos internacionales de límite binacional, y a la segunda, que lucha por tener una salida soberana al mar, sean monótonas. (Fuente: EL UNIVERSAL)
El triunfo de Sebastián Piñera sin lugar a dudas impacta en las relaciones regionales en la medida en que los bloques y alianzas que se han formado luchan entre sí para mostrar que su proyecto es el más viable o en sí, sostenible.
"En realidad Perú, Colombia y Chile construirían un bloque más neoliberal que claramente contrastaría la influencia de Venezuela en la región, a la que Piñera ya acusa de no ser una democracia", a previsto el analista político Mauricio Weibel.
Incluso, la vieja amistad de Piñera con el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, puede servir la razón para orquestar un pacto estratégico, con intereses económicos fuertes, que generaría suspicacias en Caracas.
Chile hoy tiene una política exterior con sus vecinos centrada en conflictos del siglo XIX, que no le permiten avanzar del todo. Eso hace que sus pugnas con Perú y Bolivia: a la primera le acusa de no respetar pactos internacionales de límite binacional, y a la segunda, que lucha por tener una salida soberana al mar, sean monótonas. (Fuente: EL UNIVERSAL)
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JAIME ESPEJO ARCE