A ocho años del atentado que sufrieron las Torres Gemelas de Nueva York, las especulaciones sobre el suceso aún circulan entre los millones de ciudadanos que ponen en cuestión el supuesto atentado terrorista.
Todo comenzó la mañana del 11 de septiembre de 2001, cuando una serie de atentados que implicaron el secuestro de cuatro aviones de pasajeros se hicieron estrellar contra algunos puntos del territorio estadounidense.Dos contra cada una de las Torres Gemelas del World Trade Center, lo que provocaron que cada uno de los edificios se derrumbaran en dos horas.
Otro avión se impactó contra la esquina del Pentágono, en Virginia, mientras que uno más no alcanzó su objetivo porque los pasajeros y tripulantes intentaron recuperar el control y se estrelló en campo abierto, en Shanksville, Pensilvania.
El saldo del atentado fue de (además de los 19 secuestradores) unas 2.973 personas fallecidas confirmadas. También se ha dicho que aún permanecen algunos desaparecidos.
Lo anterior ha sido la versión oficial del denominado 11-S que dieron las autoridades de Estados Unidos, quienes atribuyeron el ataque a terroristas miembros de Al-Qaeda, motivo más por lo que Estados Unidos bombardeó a Irak .
No obstante, diversos informes han dejado ver que el ataque se pudo deber a una conspiración interna estadounidense.
Una de las primeras cuestiones que saltan a la luz es en torno al papel de la CIA en el caso, pues especialistas han dicho que a su juicio es "increíble" que el aparato de inteligencia no estuviera al corriente de los planes que tenía Al-Qaeda.
Explosivo en el interior de las Torres
Han sido algunos investigadores europeos quienes han puesto el dedo sobre la llaga en torno a caso, e incluyen la mano del propio gobierno estadounidense en los lamentables hechos.
Mathias Bröckers, reportero de un diario berlinés ha sostenido la hipótesis de que los pilotos suicidas de aquellos aviones están todavía vivos, y que los edificios del WTC fueron derribados con explosivos colocados en su interior.
Y no han sido sólo los alemanes quienes reúnen un potente plantel de descreídos oficiales, también los franceses se han emergido en el intrigante secreto estadounidense.
El mentor es Thierry Meyssan, impulsor de una organización virtual autodenominada "red Voltaire" que aglutina a periodistas, políticos y profesionales de diversos campos incondicionales de la confabulación y autor de "La gran impostura" y "Le Pentagate" en los que niega que un avión civil pilotado por un suicida se estrellara contra el Pentágono, en favor de la tesis de un misil.
En España, Pilar Urbano, en su libro "Jefe Atta" también muestra incredulidad a este respecto.
Existe incluso una fuerte teoría que plantea que los "aviones" que se estrellaron no son los mismos que secuestraron aquella mañana, es decir, que posiblemente huno una sustitución de aeronaves.
Respecto a esta hipótesis las interrogantes alcanzan su máxima expresión cuando se aborda la maniobra que realizarían los supuestos atacantes con los aviones, pues a criterio de Thierry Meyssan: Si los pilotos no eran expertos, ¿cómo pudieron efectuar un giro tan cerrado?, o ¿por qué no se restos del Boeing en las fotos?, además de ¿por qué las cámaras de seguridad del Pentágono no captan al avión? y ¿ por qué los daños son tan precisos?
El 11-S se convirtió en un "boom" editorial y mediático que lo se considera como un hecho totalmente irracional, y las especulaciones que sigan surgiendo alrededor del tema continuarán siendo devoradas por aquellos que busquen una respuesta coherente a lo sucedido.
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JAIME ESPEJO ARCE