Al sí dile no: se desploma la revocatoria

 Por: Mirko Lauer

Luego de 11 puntos de caída en diciembre, el SÍ contra Susana Villarán empieza a tambalear. Con 54% en la encuesta Datum, ya el SÍ se ubica peligrosamente cerca de no lograr su propósito. Si esta tendencia se mantiene, que es algo probable, la alcaldesa ya puede empezar a respirar más tranquila.

Es cierto que en cambio el NO solo ha subido tres puntos de un mes a otro, más o menos en sincronía con el aumento de la aprobación de Villarán (34%). Pero todas estas ya no son cifras de una derrota anunciada (como pensaba esta columna), sino el prolegómeno de una pelea política ganable.

Las cifras sugieren que a los vecinos consultados les resulta más fácil tomar distancia de una revocatoria bastante desprestigiada que empezar a apoyar a una alcaldesa que viene muy satanizada. Sin embargo allí está el transvase de votos empezando a producirse.

Como sucede en tantos sondeos, este de Datum aloja una incongruencia: 78% de personas que afirma haber decidido ya su voto cuando el SÍ ha perdido 11 puntos es muy poco creíble. Además no somos electores que fijen su voto a tres meses de una elección, sino en la cola de votación, como se sabe.

¿Por qué cae el SÍ? Con la consulta en marcha, los medios empezaron a prestar más atención a las obras y reformas que está llevando adelante la Municipalidad de Lima. En el fondo la revocatoria no tiene rostro político ni administrativo; es fácil aburrirse de la postura negativa.

De otra parte, los principales líderes de opinión política se han pronunciado enérgicamente en contra de la revocación, o se han mantenido neutros. Lo cual ha contribuido a que muchos lo piensen dos veces, y a quitarle viada al cargamontón contra la alcaldesa.

La imagen de Villarán ha cambiado en este par de meses. Se ha recuperado en las encuestas. Al defenderse ha podido entrar al espacio central de la política. Aparece como la víctima de una conspiración de políticos ambiciosos que actúan detrás de operadores de poco prestigio.

Además la campaña del NO en realidad todavía está por despegar, y es obvio que ella tendrá efecto: Villarán y sus regidores tienen cosas hechas que mostrar, proyectos en marcha que presentar. La única oferta de la revocatoria (que no puede mencionar a sus beneficiarios) es detener todo eso.

Haría bien Villarán en seguir manteniendo su campaña muy edil y nada ideológica, como hasta ahora. Lo cual supone también dedicarse a seguir ampliando el espectro de sus apoyadores, un círculo vasto que por cierto ya incluye a la Confiep y a la CGTP.