Previously on The eye of Mordor: Les recordaba la vez pasada el capítulo en el que Álex Kouri buscaba a Vladimiro Montesinos para pedirle un favor. Un favorcito nomás. Que ayude a un primo suyo detenido por paquetero. El 'Doc’ le dijo que no se preocupara. Que la imagen de Kouri era muy importante para él. E incluso le ofreció a Kouri un encuentro con su primo, discreto, solapa, caleta. ¿Para cuándo sería?, preguntó Kouri. Para mañana. Para mañana a las siete, acá, y que, plis, no se entere nadie, porque sino tendrían problemas los dos. Pues bien. Los siguientes hechos sucedieron al día siguiente del encuentro entre 'Vladi’ y Kouri. A las siete de la noche, en la salita del Servicio de Inteligencia Nacional.
TOMA 1: Álex Kouri se encuentra conversando con el almirante Ibárcena en la sala de la corrupción. Entra un furrier y les alcanza unos periódicos para que se entretengan, como hacen en las peluquerías. Sus temas de conversación son irrelevantes. Sosos. Aburridos. Al poco, ingresa un mozo. Kouri le pide un vaso de agua. ¿Agua mineral?, pregunta el mozo. Sí, por favor, responde amablemente Kouri. ¿Helada?, replica el sirviente. Así es, dice Kouri. Y sigue la cháchara. Kouri felicita al aire de que Villanueva Ruesta ocupe la cartera del Interior. Y luego Kouri le relata a Ibárcena que una vez fue a un bar. Que a discotecas, muy poco. Que algún día quisiera retornar a la docencia (porque a la decencia, está más jodido). Le cuenta de su trayectoria política. De sus pinitos. De los peldaños que escaló. Director municipal. Regidor por Lima. Presidente de la Beneficencia. Congresista. Alcalde. Le confiesa que le gusta la política. Que le encanta. Que la ama. Le dice que la política es como el fútbol. Que no importa cuántos goles le metan, sino cuántos goles mete él. Y así. ¿Y cómo te relajas?, le inquiere Ibárcena. Voy al sauna, responde Kouri, pues ese es su vicio. El único que tiene, dice. Y que la mujer, dice, es un complemento de la política, y no al revés, pues en sus prioridades la política está por encima de todas las cosas. De todas.
TOMA 2: Aparece Montesinos, como un fantasma. Saluda. Ibárcena y Kouri se levantan, cual militares, como resortes. Montesinos despacha rapidito a Ibárcena, y una vez a solas con Kouri le revela: El muchacho ya está acá. Yo me voy a retirar, le indica. Tienes 20 minutos. Luego vendrán para llevárselo, ¿ya?, indica el 'Doc’. Cómo no, dice Kouri. Entonces, adelante, suelta 'Vladi’ como un director de cine. Gracias, responde su candidato al Óscar.
TOMA 3: Sale Montesinos de la escena, y hace su ingreso el traficante también apellidado Kouri. ¡Primo! ¿Cómo estás, Félix?, ¿qué tal?, ¿cómo te sientes? Puta, cagao, cuñao, cagao, cagao. Ya sabes que tu situación es delicada. Estoy mal, primo. Escúchame, tranquilo, ¿okay, primo? (El primo pastrulo se arranca a llorar). Esto no es un juego, estamos en medio de la unidad de drogas (le miente). Yo ni sé, primo, me han traído con los ojos vendados. Se trata de una deferencia. Taque no sé cómo he llegado acá. Ya, ¿pero tú cómo estás, cómo te sientes? Puta, cagao, hermano, cagao, cagao. Escúchame, háblame de tu consumo. Cocaína, hachís. Lo de la marihuana no interesa mucho, sí interesa el tema de la cocaína: la única fórmula que veo es que te acojas a un beneficio, diciendo “señores, soy un consumidor y se lo compro al señor tal” (en realidad la fórmula se la dictó el 'Doc’). Víctor, solo sé que se llama Víctor. ¿Dónde lo conociste? En La Victoria, en Renovación. ¿Y ese 'pase’ grande? No sé, no sabes cómo estoy, no te imaginas, huevón. ¿Has hablado con tu mamá? Sí, está jodida, yo ni sabía dónde me traían con los ojos vendados, simplemente me dijeron que iba a ver a alguien que yo quería mucho, no quería causarte problemas. No me causas ningún problema. La prensa es una mierda, hermano. Aquí no hay ninguna prensa, y tú eres mi hermano, mi primo, y estoy para darte la mano. Ahora, hermano, yo, la verdad, no suelo consumir coca; o sea, jalo, pero te soy franco, fumo marihuana todos los días. ¡¿Todos los días?! Sí. ¿Te han hecho un análisis toxicológico? Sí. ¿Cuál es el resultado? No lo sé, huevón, puta, estoy cagao, cagao.
TOMA 4: Reaparece Montesinos luego de que se llevan al primo fumón. Listo, dice 'Vladi’. Te agradezco, responde el otro, quien en su lenguaje enrevesado y huachafo, que quiere hacer pasar por ilustrado, le dice que ya entendió “la metodología y circunstancia”, que, supongo, es una manera de darle nombre al concepto de la justicia delivery ofrecida por Montesinos. E inmediatamente, como si no hubiese pasado nada, se ponen a urdir planes de demolición contra Alberto Andrade, y le dice a Montesinos que lo que él quiere es peso político, y quedan nuevamente para el día siguiente para retomar el hilo de sus conspiraciones. ¿Mañana a las 9 de la noche? ¿Puede ser un poquito más tarde, por favor? ¿A las 10? Sí. Entonces mañana nos vemos a esa hora. Le agradezco. Listo. Muy amable. Okay. Y así. Así eran aquellos tiempos que hoy pocos recuerdan. (PEDRO SALINAS - PERU 21)
TOMA 1: Álex Kouri se encuentra conversando con el almirante Ibárcena en la sala de la corrupción. Entra un furrier y les alcanza unos periódicos para que se entretengan, como hacen en las peluquerías. Sus temas de conversación son irrelevantes. Sosos. Aburridos. Al poco, ingresa un mozo. Kouri le pide un vaso de agua. ¿Agua mineral?, pregunta el mozo. Sí, por favor, responde amablemente Kouri. ¿Helada?, replica el sirviente. Así es, dice Kouri. Y sigue la cháchara. Kouri felicita al aire de que Villanueva Ruesta ocupe la cartera del Interior. Y luego Kouri le relata a Ibárcena que una vez fue a un bar. Que a discotecas, muy poco. Que algún día quisiera retornar a la docencia (porque a la decencia, está más jodido). Le cuenta de su trayectoria política. De sus pinitos. De los peldaños que escaló. Director municipal. Regidor por Lima. Presidente de la Beneficencia. Congresista. Alcalde. Le confiesa que le gusta la política. Que le encanta. Que la ama. Le dice que la política es como el fútbol. Que no importa cuántos goles le metan, sino cuántos goles mete él. Y así. ¿Y cómo te relajas?, le inquiere Ibárcena. Voy al sauna, responde Kouri, pues ese es su vicio. El único que tiene, dice. Y que la mujer, dice, es un complemento de la política, y no al revés, pues en sus prioridades la política está por encima de todas las cosas. De todas.
TOMA 2: Aparece Montesinos, como un fantasma. Saluda. Ibárcena y Kouri se levantan, cual militares, como resortes. Montesinos despacha rapidito a Ibárcena, y una vez a solas con Kouri le revela: El muchacho ya está acá. Yo me voy a retirar, le indica. Tienes 20 minutos. Luego vendrán para llevárselo, ¿ya?, indica el 'Doc’. Cómo no, dice Kouri. Entonces, adelante, suelta 'Vladi’ como un director de cine. Gracias, responde su candidato al Óscar.
TOMA 3: Sale Montesinos de la escena, y hace su ingreso el traficante también apellidado Kouri. ¡Primo! ¿Cómo estás, Félix?, ¿qué tal?, ¿cómo te sientes? Puta, cagao, cuñao, cagao, cagao. Ya sabes que tu situación es delicada. Estoy mal, primo. Escúchame, tranquilo, ¿okay, primo? (El primo pastrulo se arranca a llorar). Esto no es un juego, estamos en medio de la unidad de drogas (le miente). Yo ni sé, primo, me han traído con los ojos vendados. Se trata de una deferencia. Taque no sé cómo he llegado acá. Ya, ¿pero tú cómo estás, cómo te sientes? Puta, cagao, hermano, cagao, cagao. Escúchame, háblame de tu consumo. Cocaína, hachís. Lo de la marihuana no interesa mucho, sí interesa el tema de la cocaína: la única fórmula que veo es que te acojas a un beneficio, diciendo “señores, soy un consumidor y se lo compro al señor tal” (en realidad la fórmula se la dictó el 'Doc’). Víctor, solo sé que se llama Víctor. ¿Dónde lo conociste? En La Victoria, en Renovación. ¿Y ese 'pase’ grande? No sé, no sabes cómo estoy, no te imaginas, huevón. ¿Has hablado con tu mamá? Sí, está jodida, yo ni sabía dónde me traían con los ojos vendados, simplemente me dijeron que iba a ver a alguien que yo quería mucho, no quería causarte problemas. No me causas ningún problema. La prensa es una mierda, hermano. Aquí no hay ninguna prensa, y tú eres mi hermano, mi primo, y estoy para darte la mano. Ahora, hermano, yo, la verdad, no suelo consumir coca; o sea, jalo, pero te soy franco, fumo marihuana todos los días. ¡¿Todos los días?! Sí. ¿Te han hecho un análisis toxicológico? Sí. ¿Cuál es el resultado? No lo sé, huevón, puta, estoy cagao, cagao.
TOMA 4: Reaparece Montesinos luego de que se llevan al primo fumón. Listo, dice 'Vladi’. Te agradezco, responde el otro, quien en su lenguaje enrevesado y huachafo, que quiere hacer pasar por ilustrado, le dice que ya entendió “la metodología y circunstancia”, que, supongo, es una manera de darle nombre al concepto de la justicia delivery ofrecida por Montesinos. E inmediatamente, como si no hubiese pasado nada, se ponen a urdir planes de demolición contra Alberto Andrade, y le dice a Montesinos que lo que él quiere es peso político, y quedan nuevamente para el día siguiente para retomar el hilo de sus conspiraciones. ¿Mañana a las 9 de la noche? ¿Puede ser un poquito más tarde, por favor? ¿A las 10? Sí. Entonces mañana nos vemos a esa hora. Le agradezco. Listo. Muy amable. Okay. Y así. Así eran aquellos tiempos que hoy pocos recuerdan. (PEDRO SALINAS - PERU 21)
leer: KOURIOSIDADES I
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JAIME ESPEJO ARCE