"Señores, si quieren matar al presidente, aquí está: mátenme si les da la gana, mátenme si tienen valor, en vez de estar en la muchedumbre, cobardemente escondidos", dijo Correa visiblemente exaltado al asegurar que seguirán "con una sola política de justicia, dignidad", dijo el mandatario.
El presidente Correa advirtió que no cederá ante las protestas de policías que rechazan una ley aprobada por el Congreso que eliminó beneficios económicos a los miembros de esa institución y las Fuerzas Armadas.
"No daré ni un paso atrás, si quieren tomarse los cuarteles, si quieren dejar a la ciudadanía indefensa y si quieren traicionar su misión de policías, traiciónenlos", exclamó Correa en un encendido discurso ante decenas de uniformados que tomaron el principal regimiento de Quito.
"Este presidente, nuestro gobierno, seguirá haciendo lo que tiene que hacer", añadió.
La protesta
La protesta, que se presenta en varias ciudades ecuatorianas, es contra la ley de servicio público aprobada por el Congreso, que eliminó beneficios económicos para los miembros de esa institución y las Fuerzas Armadas.
Las manifestaciones tienen lugar en el principal regimiento de Quito y otros cuarteles de Guayaquil y Cuenca, según los reportes, pero la protesta más numerosa ocurre en la capital, donde degeneró en desórdenes con la activación de bombas lacrimógenas.
En Quito los uniformados lanzaban arengas contra el proyecto oficial aprobado por la Asamblea, que derogó disposiciones que reconocían el pago de bonificaciones, comisiones o estímulos económicos por el cumplimiento de años de servicio.
"La tropa unida jamás será vencida", gritaban al unísono los agentes, algunos de los cuales llamaron a los militares a unirse a la manifestación y quemaron neumáticos.
El comandante de la Policía, general Freddy Martínez, acudió al lugar para calmar los ánimos y explicar que los integrantes de la institución serán compensados con otros incentivos, pero no fue escuchado.
"Nuestros derechos no se van a perder", dijo el oficial antes de abandonar una tarima improvisada.
La ley de servicio público también generó una crisis entre el gobierno del presidente Rafael Correa y su bloque legislativo, que el miércoles rechazó algunos artículos de la iniciativa, que prevén reducir la nómina estatal.
Debido a ello, el mandatario considera la posibilidad de disolver el Congreso y llamar a elecciones generales anticipadas, señaló la noche del miércoles la ministra de la
Política, Doris Solis.
Tras una reunión con Correa, la funcionaria indicó que éste analiza ir a la "muerte cruzada", un mecanismo constitucional que lo faculta para disolver la Asamblea y convocar a elecciones generales en caso de que los congresistas obstruyan la ejecución del plan de desarrollo, grave crisis política o conmoción interna.