La intolerancia ideológica constituye hoy en día una de las columnas más importantes sobre la cual se sostiene el sistema económico liberal.
Esta actitud claramente extremista o fundamentalista es la que impera hoy en el mundo se resume en la siguiente frase dicha por el presidente norteamericano George W. Bush: “Quien no está al lado de Estados Unidos, está a favor del terrorismo”.
No es una frase aislada ni producto de un estado emocional de algún fanático político, sino que ésta forma parte de la 'Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos' mejor conocida como 'Doctrina Bush”.
De ese modo, el mundo está avisado que quien no sintonice con los intereses económicos del “sistema capitalista neoliberal” es un subversivo.
Muy lejanos han quedado los ideales de libertad enarbolados por George Washington cuando en el 'Farewell Address to the American People' delineaba los principios sobre el cual debía forjarse la nación americana basada en el beneficio mutuo y comercio pacífico con el resto del mundo, 'sin forzar nada', y recomendaba evitar inmiscuirse en los asuntos políticos y conflictos de otras naciones.
Esta doctrina tiene muchos seguidores en el mundo, y por supuesto el Perú no podía ser ajeno a ello. Los neo felipillos abundan en nuestro país y están dispuestos a declarar terroristas a cualquiera que se atreva a perturbar o criticar al “sistema”.
Quien no se ha dado cuenta la nauseabunda persecución que existe a las denominadas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs). La satanización a través de medios de comunicación es enfermiza.
Francisco Diez Canseco, un ex político venido a menos, dice que las ONGs son organizaciones que pretenden implantar sus propias políticas y se dedican a contradecir aquella que quiere llevar un gobierno elegido por la mayoría de la población.
Luís Delgado Aparicio, ex congresista dice que “las ONGs, bajo el manto de una falsa solidaridad, persiguen beneficiar a su plantilla de seudo defensores de los derechos humanos que provienen, en su mayoría, de la extrema izquierda.”
Luís García Miró del Diario Expreso ha dicho:
”Es inaceptable que el Perú siga siendo rehén de organismos foráneos financiados con fondos secretos extranjeros. Nos referimos desde luego a las inefables oenegés. EXPRESO viene desplegando una campaña para alertar a la ciudadanía en general –y a la clase política en particular– el peligro que implica que en el último quinquenio las oenegés hayan penetrado –cual mortífero virus– en todos los niveles del Estado.”
La denominada Asociación Defensores de la Democracia Contra el Terrorismo (ADDCOT), una organización que agrupa a Oficiales Generales del Ejército del Perú en situación de retiro a sido más clara aún, dice: “Los defensores de las ONG tiran la piedra y esconden la mano. Pero socavan los cimientos de la República y del Estado peruano mediante su sistemática construcción de aquel armazón ideológico –proclive a los subversivos– a través del cual, entre otras cosas, consiguieron –y siguen haciéndolo– que nuestro Estado libere a centenares –sino miles– de genocidas quienes hoy caminan libres gracias a las ONG.
Además, quien alce su voz de protesta por violaciones a los derechos humanos es un pro-terrorista. Sino pregúntenle a Beatriz Merino como la trataron los felipillos del Sistema cuando se opuso a un posible perdón o amnistía para los policías y militares procesados por violación de derechos humanos ya que según la reconocida jurista “cualquier iniciativa que busca la impunidad para los violadores de derechos humanos es algo que debe ser rechazado”.
Uff…. Casi se la tragan viva. Dijeron: La Defensora está comprometida con los caviares, no con la paz, ni con la justicia, ni con la defensa del pueblo. En vez de promover el perdón, promueve el rencor y la venganza, en vez de buscar la reconciliación divide a los peruanos.
Esta actitud claramente extremista o fundamentalista es la que impera hoy en el mundo se resume en la siguiente frase dicha por el presidente norteamericano George W. Bush: “Quien no está al lado de Estados Unidos, está a favor del terrorismo”.
No es una frase aislada ni producto de un estado emocional de algún fanático político, sino que ésta forma parte de la 'Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos' mejor conocida como 'Doctrina Bush”.
De ese modo, el mundo está avisado que quien no sintonice con los intereses económicos del “sistema capitalista neoliberal” es un subversivo.
Muy lejanos han quedado los ideales de libertad enarbolados por George Washington cuando en el 'Farewell Address to the American People' delineaba los principios sobre el cual debía forjarse la nación americana basada en el beneficio mutuo y comercio pacífico con el resto del mundo, 'sin forzar nada', y recomendaba evitar inmiscuirse en los asuntos políticos y conflictos de otras naciones.
Esta doctrina tiene muchos seguidores en el mundo, y por supuesto el Perú no podía ser ajeno a ello. Los neo felipillos abundan en nuestro país y están dispuestos a declarar terroristas a cualquiera que se atreva a perturbar o criticar al “sistema”.
Quien no se ha dado cuenta la nauseabunda persecución que existe a las denominadas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs). La satanización a través de medios de comunicación es enfermiza.
Francisco Diez Canseco, un ex político venido a menos, dice que las ONGs son organizaciones que pretenden implantar sus propias políticas y se dedican a contradecir aquella que quiere llevar un gobierno elegido por la mayoría de la población.
Luís Delgado Aparicio, ex congresista dice que “las ONGs, bajo el manto de una falsa solidaridad, persiguen beneficiar a su plantilla de seudo defensores de los derechos humanos que provienen, en su mayoría, de la extrema izquierda.”
Luís García Miró del Diario Expreso ha dicho:
”Es inaceptable que el Perú siga siendo rehén de organismos foráneos financiados con fondos secretos extranjeros. Nos referimos desde luego a las inefables oenegés. EXPRESO viene desplegando una campaña para alertar a la ciudadanía en general –y a la clase política en particular– el peligro que implica que en el último quinquenio las oenegés hayan penetrado –cual mortífero virus– en todos los niveles del Estado.”
La denominada Asociación Defensores de la Democracia Contra el Terrorismo (ADDCOT), una organización que agrupa a Oficiales Generales del Ejército del Perú en situación de retiro a sido más clara aún, dice: “Los defensores de las ONG tiran la piedra y esconden la mano. Pero socavan los cimientos de la República y del Estado peruano mediante su sistemática construcción de aquel armazón ideológico –proclive a los subversivos– a través del cual, entre otras cosas, consiguieron –y siguen haciéndolo– que nuestro Estado libere a centenares –sino miles– de genocidas quienes hoy caminan libres gracias a las ONG.
Además, quien alce su voz de protesta por violaciones a los derechos humanos es un pro-terrorista. Sino pregúntenle a Beatriz Merino como la trataron los felipillos del Sistema cuando se opuso a un posible perdón o amnistía para los policías y militares procesados por violación de derechos humanos ya que según la reconocida jurista “cualquier iniciativa que busca la impunidad para los violadores de derechos humanos es algo que debe ser rechazado”.
Uff…. Casi se la tragan viva. Dijeron: La Defensora está comprometida con los caviares, no con la paz, ni con la justicia, ni con la defensa del pueblo. En vez de promover el perdón, promueve el rencor y la venganza, en vez de buscar la reconciliación divide a los peruanos.
Pero el que se gana todos los premios como el felinillo más grande del país, es Aldo Mariategui. Su defensa a todo aquello que signifique “gringo” es ilimitada y linda con lo paranoico. Algunos piensan que ser descendiente del Amauta José Carlos Mariategui lo desquició ya que al parecer tiene un enorme complejo de inferioridad y no soporta nada que no signifique “plata o rico”. Es llamado por algunos “El enfermito” del periodismo.
Este singular personaje -director del diario Correo- que aplaudiría hasta el frenesí si se instalan bases “gringas” en nuestro país y gritaría de pavor y espanto si las bases fuesen llaneras, motivó un artículo de Ernesto de la Jara - director de "Justicia Viva" – a raíz de las injustas críticas lanzadas a las ONGs por su supuesta indiferencia frente al terremoto en el sur del Perú.
El artículo se titula "Periodismo de M". Aquí copio algunos de los párrafos del mismo (al final pueden encontrar un enlace para leer el artículo completo).
"Qué pena que un apellido como Mariategui, tan respetado en el país no solo por el recuerdo de José Carlos sino también porque lo han llevado y lo mantienen destacados profesionales, ahora esté asociado a la M del Aldo que vomita todos los días en Correo".
"Tanta arrogancia, intolerancia y racismo solo puede provenir de una trasnochada mentalidad fascista. ¿Por qué tendríamos que dejar de llamar a las cosas por su verdadero nombre? Adornada, eso sí, con rebuscadas citas que, evidentemente, no forman parte de una auténtica cultura personal —«lo que queda cuando todo ha sido olvidado»— sino de la fácil «erudición» que hoy permite Google".
Bueno, el que haga política partidaria de oposición –al Sistema- es un subversivo. Y ello se demuestra con la acusación internacional contra Ollanta Humala y diversos líderes de la izquierda peruana. Además de la persecución voraz a líderes regionales, ya que cualquier protesta local “es terrorismo”.
Preguntenle al Padre Arana que defiende el sistema ecológico como lo han perseguido, amedrentado y hasta acusado de terrorista por exigirles a las mineras que cuiden el ecosistema y se intereses por la salud de la población dañada y contaminada igual que las aguas de rios donde desechan sustancias tóxicas.
Las amenazas pueden ser formales o informales.
Las amenazas pueden ser formales o informales.
El domingo pasado fue amenazado de muerte vía telefónica uno de los más reconocidos periodistas que dirige el Diario La Primera: César Lévalo. Conminándolo a dejar la dirección de dicho diario, que como se sabe es el principal medio de oposición al gobierno.
Creo fervientemente que la democracia es ante todo saber escuchar, tolerar y respetar la opiniόn e ideas, eso se llama: TOLERANCIA. La inexistencia de esta genera automáticamente el nacimiento del extremismo Y ESTE DEBE SER RECHAZADO VENGA DE DONDE VENGA.
http://tercioderecho.googlepages.com/565ata.doc
Creo fervientemente que la democracia es ante todo saber escuchar, tolerar y respetar la opiniόn e ideas, eso se llama: TOLERANCIA. La inexistencia de esta genera automáticamente el nacimiento del extremismo Y ESTE DEBE SER RECHAZADO VENGA DE DONDE VENGA.
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JAIME ESPEJO ARCE