jueves, 22 de mayo de 2014

ICA.... Historias de iqueños.

Mi TACONES, LEJANO.... 

19 años viví en una calle llamada Tacones de ICA - PERÚ. 

Una época inolvidable que necesito relatar, pues durante esos años no sólo conocí gente extraordinaria que moldearon mi espíritu y vida, sino que aprendí a querer una tierra que no siendo la que me vio nacer, me dio todo, sin escatimarme absolutamente nada. 

Esta NO ES la historia de mi familia, es la historia de Ica y su linda gente.  



POR: JAIME ESPEJO ARCE


IN MEMORIAM: JOSE MÁXIMO YONZ NAVARRO (PEPE YONZ)



1973


El año que llegamos a ICA, en nuestro país, y el mundo sucedían algunas cosas interesantes; por ejemplo, Nixon firma la paz de la guerra con Vietnam. Pablo Neruda moría de cáncer en Chile y Allende era derrocado y muerto por el golpe de estado sangriento de Augusto Pinochet; Velasco Alvarado era presidente del Perú; y, el mundo escuchaba rendido por su linda melodía: "Killing Me Softly with His Song" de Roberta Flack.


N
osotros, "Los Espejo" llegábamos a Ica en un viejo auto Chevrolet del Comité 4 que habíamos tomado en el Jr. Leticia de Lima-PERU. 




Nuestro nuevo hogar: una urbanización de pocas casas, rodeada de muchos terrenos baldíos y campo. Todas iguales: blancas y de dos pisos.

Sobre la izquierda, y en dirección sur, al terminar la cuadra, un enorme sembradío de alfalfa, tan extenso que llegaba hasta la vieja Panamericana Sur. Terminando la calle de “al frente” una enorme chacra sembrada de parrales y pecanos. Años después, parte de ese terreno sería el gran campo ferial de la Vendimia Iqueña (pero, vayamos por partes).   


Las casas de mi barrio, sólo se diferenciaban por una estrecha franja de color que tenían en la parte superior. Estaban ya instalados, cuando llegamos nosotros: Los Palacios, los Torres, los Navarro, Los Rueda y en la cuadra de "al frente" los Guerrero los Godoy; quienes serían, no solo nuestros primeros vecinos, sino que con los años llegarían a ser parte de nuestras vidas.

Los primeros vecinos. Calle Tacones- San Isidro de ICA


Mi padre, un demócrata cristiano que hasta entonces se había desempeñado como ejecutivo de una compañía de seguros de Lima, había renunciado a su puesto y embarcado ilusionado en el sueño de la revolución socialista del Gral. Velasco Alvarado. Llegó a Ica nombrado funcionario del entonces llamado SINAMOS. 

Compró una casa en la Urbanización San Isidro. Le gustó tanto el lugar que decidió afincarse definitivamente allí con nosotros 5. 

Yo sufría de asma y el lugar era ideal para sobrellevarlo. A mi hermana Claudia la matricularon en el Nido del "Carrito Mochito" en Luren; a los 3 varones nos pusieron en un Colegio de sacerdotes llamado "San Vicente de Paúl". Vanessa, la menor de todos, era pequeña, no iba al cole, tenía sólo 2 años.

Los discos eran de vinilo, se usaba un tornamesa con aguja para escucharlos y en casa se bailaba el tema “María Morena” que no dejaba de sonar en Radio Independencia... Pronto llegarían al barrio, los Ramírez, los Yonz, los Chirinos, los Ojeda y los Mendoza. 


Las radios transmitían en AM y se escuchaba Radio Regionalista, Independencia, Oasis del Sur, Radio Ica y radio "El Pueblo". Había un solo canal de Televisión: Canal 4, que llegaba gracias a una gigantesca retrasmisora ubicada en Cerro Prieto. Las antenas estaban en los techos y había que direccionarlas hacia el cerro para tener una buena imagen en la tele.  

Pocos lo saben, pero fue gracias al empresario Jorge Panizo Mariátegui que Ica pudo gozar por primera vez de una señal de televisión. Don Jorge, ya tenía desde hacía mucho Radio Independencia y en un auditorio diseñado por él, se hacían radionovelas y programas en vivo. Cada evento era multitudinario.

Subir la antena al empinado Cerro Prieto no fue nada sencillo. En esos tiempos no había el camino de hoy y el tremendo armatoste fue subido por delante del cerro, con decenas de hombres jalando gruesas sogas. El Chino John que entonces era el técnico de Radio Independencia  tuvo un papel relevante en su instalación.






El barrio era tranquilo. Frente a mi casa, habían matorrales de hierba mezcladas con girasoles y al lado, un enorme eucalipto; era de don Edgardo decían. 

Edgardo Torres era el padre de los que serían hasta hoy mis mejores amigos: Javier y Oscar (Bueno, Papocho y Yiyo como los apodaron desde niños). Era transportista. Lo veíamos poco, pues viajaba mucho. Al comienzo me daba miedo, era silencioso, alto, piel tostada, nariz recta y pequeña, cabello cortito; tenía un mostacho gracioso, parecido al de Hitler y sus ojos risueños parecían hablarte, sonreírte (o regañarte). Era delgado, pero su enorme vientre siempre me llamó la atención. Era práctico y severo. Con los años descubrí en él mucha bondad.  Un día aún niño, me dijo: “(…) verás  que los chinos algún día dominaran el mundo… no lo veré, pero tú sí…”.

No se equivocó, ha pasado casi medio siglo y ello es casi una realidad los chinos están en todas partes.

Nadie podía tocar aquel árbol de eucalipto, pues te la jugabas o entendías con él.

En casi todas las casas del barrio había un árbol de acacia, era como la característica de la urbanización. La mía no era la excepción. 




Una de las primeras cosas que hicimos al llegar a Ica, fue conocer Huacachina. Mucho nos habían hablado de aquella famosa laguna curativa y queríamos verla con nuestros propios ojos. Estaba cerca, apenas a 5km al oeste de la ciudad.


Para llegar había que tomar el transporte cerca a la Iglesia de Luren, La verdad cuando vimos aquel ómnibus, lo único que nos causo fue mucha risa. Era algo así como un cajón con ruedas medio destartalado; un viejo cajón con ruedas crujiente. Era rojo con techo blanco, todo de madera. Creo recordar que la empresa pertenecía a la familia Pacheco. 



La laguna era bella. El agua tenía una tonalidad verde, pero nos contaron que durante el año cambiaba tres veces de color: Rojo, amarillo y verde.

A su alrededor, dos hoteles: El Mossone y El Salvatierra (llamado originalmente "El Gran Hotel Americano). Muchas palmeras, guarangos y arena. 


Alrededor de la laguna, habían fotógrafos, con máquinas de madera sostenidas en trípodes. Para tomar la foto, ponían el ojo en el visor y se cubrían la cabeza totalmente con un manto afranelado. Tomaban la foto y luego la pintaban. Era todo un ritual.


La gente se embadurnaba con el fango de la laguna y se enterraba luego hasta el pescuezo en la arena de las dunas. Dicen que curaba el asma. De ese modo, la laguna era visitada por cientos de personas que llegaban de todo el país para curarse de sus enfermedades bronquiales. 


Julio de 1973 Mis padres, hermana Claudia con Felix y Yolanda Mora. 



PERIODISTAS Y PRENSA "LAS DE MI ÉPOCA"

En la Ica de los 70s, recuerdo que sólo habían dos diarios: “La Voz de Ica”, de la familia Nieri y “La Opinión” de la familia Tueros.

Eran curiosos, pues solo tenían una hoja grande (como la del tamaño del Diario El Comercio), doblada en dos, con algo de noticias, muchos anuncios publicitarios, edictos judiciales y la cartelera cinematográfica de las tres salas que habían entonces: DUX, ICA y REX.

Sin embargo, eran diarios respetables, y los iqueños los compraban para informarse de las noticias locales.

Sin duda, sentaron las bases de lo que fue una época digna del periodismo en Ica. Y donde destacaron, no sólo en prensa escrita, sino radial, muchos que dejaron verdadera escuela hasta el día de hoy.

Recuerdo a Pedro Pablo Flores, que era propietario de Radio El Pueblo. Emisora que se encontraba al final del dial en AM. Don Pedro Pablo me hacía recordar, no sé porqué (creo que por su aspecto físico) a Juan Ramírez Lazo, conocido y controvertido periodista de la capital.  

Narraba los partidos de futbol como nadie. Era controvertido, liso y bromista. Los domingos por la tarde, medio Ica sintonizaba las transmisiones que se hacían en directo desde el Estadio “Picasso Peratta” y era hincha a muerte del Octavio Espinoza de Ica.

En Radio Regionalista Luis Piconne Soto, con una energía desbordante, polémico, mordaz; embestía contra los malos dirigentes y autoridades universitarias. Era la época de los pleitos a muerte entre “Churretas” y “Guajiros” en la Universidad San Luis Gonzaga; y el nacimiento de los extremistas zurdos maoístas que en los 80s., se fueron con Sendero Luminoso. Combativo y valiente. Nunca se casaba con nadie. Don Lucho fue asesinado el año 89. Nunca se supo quién le quitó la vida.


Rodolfo Chalco, estaba en Radio Ica. Su voz engolada, peinado engominado y raya muy marcada, modales finos, y exagerada formalidad en el vestir, lo hacían ver como un personaje algo pintoresco. No sólo era periodista sino también maestro de ceremonias en programas en vivo que se transmitían desde el auditorio de dicha emisora.

Más de una vez estuve en aquel viejo auditorio, con piso de crujiente madera, duras butacas de cuero, y un espantoso olor a añejo. Desde el escenario, Rodolfo Chalco presentaba a los concursantes, con exagerada emoción, lo que hacía más rimbombante el espectáculo que presentaba. 

Lo encontré, hace unas semanas, que viajé de paseo por Ica, en el Mercado La Palma, de San Isidro, y le comenté esta nota. Me miró confundido, y agradeció el gesto. No me recordaba. (Continuará...)

  

     




No hay comentarios:

Publicar un comentario

IMPORTANTE: Las personas que efectúen comentarios en este blog son única y exclusivas responsables de sus manifestaciones y opiniones; siendo responsabilidad administrativa, civil y penal de quien lo envió y/o utilizó el espacio para emitir opinión. El autor de este blog no garantiza la veracidad, exactitud, pertinencia y/o licitud de los contenidos publicados por los participantes quienes aceptan efectuar comentarios bajo su exclusiva y única responsabilidad.

JAIME ESPEJO ARCE