Escribe: Roberto Guillén.
Una vez concluido el proceso electoral, el partido de gobierno tiene, la no menos difícil tarea de trascender ante la historia. Las primeras disposiciones han sido dadas, no obstante también existen obstáculos, pues, las élites que controlan el Estado, entienden muy bien la situación y están empeñadas en mantener las cosas como están.
No todos tienen el tiempo disponible, los medios y la formación necesarios para ver la verdad oculta tras el velo de las distorsiones y engaños, de ideologías y de intereses de clase a través del cual, los intelectuales presentan una interesada interpretación de los acontecimientos actuales.
Además, las condiciones externas para la formulación de la política están establecidas por la misma élite minoritaria de los grupos privilegiados. Ellos son los que llevan a cabo los estudios de planificación, los que mantienen la tendencia dominante de pensamiento y los que en muchas otras formas determinan las condiciones dentro de las cuales funciona el sistema político. En otras palabras, una democracia capitalista es, cuando mucho, una forma muy limitada de democracia. (1)
La única manera de garantizar un programa de gobierno coherente, es con gente de confianza, lo demás es acelerar desde adentro su inaplicabilidad. La Concertación Nacional se hace necesaria, sin embargo no debe de perderse de vista, que el pueblo optó contundentemente por la corriente de pensamiento y dirección de “Gana Perú”
El esfuerzo moralizador pasa por la necesaria renovación del aparato burocrático de la administración pública.
Ya hace mucho tiempo Noam Chomsky, uno de los más lúcidos intelectuales contemporáneos, quien ha ganado popularidad por su activismo político caracterizado por una visión fuertemente crítica de las sociedades capitalistas y socialistas, habiéndose definido como un socialista libertario. Manifestó lo siguiente:
“Los intelectuales han creado una imagen de una masa estúpida que debe ser conducida por ellos mismos. En realidad, lo que a menudo encontraremos es que los intelectuales, las clases más educadas, son las más indoctrinadas, las más ignorantes, la parte más estúpida de la población, y hay buenas razones para ello, Básicamente dos razones ante todo: como parte letrada de la población, están sujetos al peso de la propaganda. Hay una segunda razón más importante y más sutil. Concretamente, ellos son los directores ideológicos. Por lo tanto deben internalizar lo propaganda y creerla. Y parte de la propaganda que han desarrollado es que ellos son los líderes naturales de las masas. Algunas veces eso es verdad, pero a veces no lo es”.
No puede perderse de perspectiva la influencia de Estados Unidos y muy próximamente China y que hemos pasado de la colonización a la globalización. Es compleja la matriz, pues los cimientos de la República pasan por su hora más crítica y paralelamente es evidente la postergación de nuestros compatriotas.
Los temas de corrupción, inclusión social y acceso a las oportunidades de educación, salud y vivienda no deben decaer. En realidad, todo el Perú voto por esta opción. La prensa pagada ofrece una interpretación falta de objetividad, no obstante el Perú desplazado espera una vez más la reivindicación a sus largas luchas. No comento el tema económico, pues a mi juicio, nuestra Constitución Política con bastante visión adoptó el régimen de una economía social de mercado. No queda más que adecuarse a ello acorde a la teoría económica, tan abundante al respecto.
Sería interesante sincerar desde ahora el mediano plazo, erradicando los mitos de la planificación familiar, pues no podemos seguir creciendo irreflexivamente, pues a su vez, crecen más las necesidades que debe atender el Estado y cada vez son pocos los recursos para financiar ello. Del mismo modo deberá reconstituirse la Universidad y por ende el anacrónico y deficiente proceso de instrucción pública, única manera de mejorar la calidad de vida y hacer libres a nuestros connacionales.
Téngase presente que hoy el proceso educativo público peruano en todos sus niveles es una estafa, y créanme que en este sentido, no escapan de esta calificación, infinidad de institutos privados.
Es eterna la lucha entre el bien y el mal; acerca de esta cuestión filosófica hay extensos puntos de vista. La difícil agenda de gobernabilidad estará siempre al acecho. Viva el Perú!
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(1) Ensayo sobre el poder y la ideología. Noam Chomsky.
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JAIME ESPEJO ARCE