Yo tengo memoria y nada de lo que recuerdo es falso, sino la más prístina verdad; yo lo viví:
- Autorizaste, auspiciaste, apoyaste, armaste, felicitaste, ascendiste y después indultaste a todos los integrantes del comando de aniquilamiento, de asesinos del Grupo Colina.
- Fuiste autor mediato del asesinato de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta. A esos jóvenes los secuestraron, los llevaron de noche a una playa alejada, los arrodillaron y les metieron un tiro en la nuca, luego los quemaron y echaron cal sobre sus cuerpos para borrar sus rastros; al poco tiempo, los desenterraron y volvieron a sepultar en otro lugar; a esos asesinos, tú Alberto Fujimori, los felicitaste y ascendiste por la labor cumplida.
- Fuiste autor mediato del asesinato de quince civiles acribillados en sus viviendas de Barrios Altos, en el centro de Lima. Entre ellos, se encontraba un niño de 8 años quien asustado corrió a pedir ayuda a uno de los militares, este en vez de consolarlo, lo que hizo fue meterle un tiro en la cabeza; tú Alberto Fujimori, a esos asesinos de niños y civiles inocentes, financiaste con tus autorizaciones por escrito y felicitaste por sus acciones.
- En tu dictadura se secuestró, se torturó, se descuartizó y quemó a agentes del servicio de inteligencia nacional que querían arrepentirse por los atroces crímenes que cometían. Eso ocurrió en los sótanos del SIN. A esos asesinos, torturadores e incineradores, tú auspiciaste y les diste tu apoyo.
- En ese mismo sótano del SIN, tú mandaste torturar a tu propia esposa Susana Higuchi. A ella la drogaron, la golpearon y le colocaron cables de electricidad en su cuerpo porque había descubierto el robo descarado que venían realizando tu hermana Rosa Fujimori y tu cuñado Victor Aritomi con las donaciones que llegaban al Perú para los niños en situación de extrema pobreza; tu hermana y tu cuñado hasta hoy se encuentran prófugos de la justicia en Japón.
- En tu dictadura desaparecieron más de 16,000 millones de dólares ($ USA 16,000'000,000) producto de las privatizaciones de las entidades del estado, las mismas que remataste a precio de regalo a cambio de recibir el respaldo de los organismos financieros internacionales. Hasta el día de hoy, no se sabe dónde están todos esos miles de millones.
- Todos tus ministros de Economía, todos, sin excepción, todos, durante tus diez años de dictadura, fueron condenados y sentenciados por diversos delitos, entre ellos, peculado doloso, apropiación ilícita de recursos públicos, asociación ilícita para delinquir, falsedad genérica, falsificación de documentos, usurpación de funciones, etc. etc. Todos esos ministros fueron doctores, magisters y diplomados en las más famosas universidades del mundo, pero tenían el sello de la corrupción, del accionar criminal, del robo; repito, todos, sin excepción, todos tus ministros de economía fueron condenados y sentenciados por sus delitos.
- Desapareciste todo el dinero de las Cajas militar y policial y los desviaste al Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) para apoderarte de sus fondos y para "comprar" y sobornar congresistas en el parlamento.
- Tú mismo aprobaste el desvío ilegal de más de 100 millones de soles de los presupuestos de las fuerzas armadas para comprar las líneas editoriales de los medios de comunicación privados, de la televisión y radio, de la prensa escrita y radial, para que no denunciaran nada, para que nos distrajeran con programación basuralícia, con titulares falsos, mientras tú y Montesinos se cargaban en peso al país. Esto está debidamente probado y sentenciado.
- Apoyaste y financiaste con dinero robado al Estado peruano la creación de la Prensa Basura (mal llamada Prensa Chicha), una prensa vendida y sensacionalista que inventaba noticias, escándalos y atacaban la honra de las personas que criticaban tu dictadura. Fujimori, tú mismo escogías y dictabas los titulares que debían aparecer cada mañana en esos diarios.
- En tu dictadura, se auspició con dinero robado Estado y enviado al Servicio de Inteligencia, la creación y fomento de programas televisivos basura; así se financiaron Talk Shows como Laura Bozo, Magaly, la "suavecita", etc. etc.
Asimismo, se contrataron cómicos e imitadores como Carlos Álvarez (quien hoy quiere pasar "piola") para que desde el canal del Estado ataquen a políticos opositores, calumniándolos e insultándolos sin reparo. De igual modo, se pagó a varios "tecnocumbier@s" a los que se "levantó" publicitariamente para que sigan distrayendo al ritmo del "siqui, siqui, siqui, za...", del "chino, chino, chino". A ellos también se unieron otros "No sé quién y No sé cuántos" vendidos más, quienes desfilaron por la salita del SIN para ser "incentivados" adecuadamente; estos últimos sin duda, no son artistas, sino, vergonzosos mercaderes del espectáculo vendidos a tu dictadura. Hasta hoy, muchos de esos programas y personajes siguen trabajando en los diversos medios de comunicación.
Como si fuera poco, tus noticieros también fabricaban notas y "hacían llorar Vírgenes de yeso", "hacían aparecer maletas con extremidades humanas", etc. noticias que se repetían todos los días como distractivo masivo de primera plana por semanas enteras.
- Hiciste añicos el Tribunal Constitucional y te apoderaste del Poder Judicial para impedir que se denuncie a tus funcionarios por los delitos que cometían.
- Creaste la Ley de Re-re-re-re interpretación auténtica para perpetuarte en el poder. Una aberración jurídica. El "intelectual" de tu dictadura que hizo posible toda esa vergüenza fue el Dr. Torres y Torres Lara.
- En tu dictadura se cometió el terrible crimen de realizar miles de Esterilizaciones Forzadas a mujeres peruanas de condición sencilla, con el propósito de frenar forzosamente los índices de pobreza extrema. Aquel accionar primitivo fue parte de una política de Estado emitida por tu dictadura; sencillamente, fue un crimen. Hasta hoy no hay sentenciados por este caso que nos llena de vergüenza como país.
- En tu dictadura se encontraron varios centenares de kilos de droga, entiéndase, Pasta Básica de Cocaína, en el mismísimo Avión Presidencial (en tú avión) y también en un buque de la Marina de Guerra del Perú; jamás se señalaron culpables por este hecho vergonzoso y delincuencial.
- Cuando por fin se descubrió toda la inmundicia de tu régimen, fingiste que dirigías la búsqueda de Montesinos (tu socio) haciendo gala de un histrionismo y cinismo que fue incluso televisado. Aquello fue sólo una pantomima, un distractivo para que tu socio de crímenes huyera por otro lado en un avión particular que fue prestado nada más y nada menos que por Dionicio Romero (ese magnate y actual dueño del Banco de Crédito que se reunía con Montesinos en la salita del SIN; ver video en youtube); y además, porque ya le habías girado un cheque por quince millones de dólares a Montesinos como Compensación por Tiempo de Servicios. La disposición de ese dinero, también fue ilegal.
- Luego de todo esto, tuviste la desvergüenza, la bajeza de fugar del país diciendo que te ibas a una Cumbre en Asia y renunciaste luego a la presidencia del Perú mediante un simple FAX enviado desde el Japón. Un acto vergonzoso jamás visto ni imaginado en toda la historia mundial; un proceder que habla de la aberrante valoración que tenías de nuestra querida patria.
- Finalmente, en el límite de lo indigno, de lo vergonzante, decidiste luego postular a una curul en el Senado del Japón (tu patria verdadera). Fujimori, fujimoristas, ENTIEDAN!!, quisiste ser senador japonés!! Aquello fue una acción que sin duda te pinta de cuerpo entero y es el corolario, la coronación, la cima de tu paupérrima calidad moral. Pero aquel acto antipatriótico, después de todo lo descubierto, incluso ya se podía esperar de ti; sin embargo, lo que resulta hoy aún más vergonzoso e inconcebible, es que todavía existan personas que se dicen "peruanos", incluidos civiles y militares, que siguen creyendo en tu persona después de tamaña demostración de deshonra, de traición, de ofensa y absoluto desprecio por nuestra amada patria; da pena que a pesar que demostraste con ese acto que nuestro Perú te importaba un carajo, te sigan creyendo. No hay justificación que valga, pues aunque tuviste el alto honor de haber sido presidente del Perú en un momento, decidiste sin vergüenza alguna ser parte del Senado de otro país. Eso, la verdad, nos colma de vergüenza ajena; quienes hoy ignoran y no condenan la inmundicia de tu conducta, no merecen llamarse peruanos.
Hoy estás condenado a 25 años de prisión por asesino mediato, delitos de lesa humanidad, por corrupción (delito al que tú mismo te allanaste y aceptaste); tu juicio contó con todas las garantías legales del caso y fue incluso televisado y seguido a nivel internacional; tu sentencia ha sido calificada de ejemplar e impecable por especialistas mundiales en la materia y es motivo de estudio en todas las facultades de derecho del mundo. Pero a pesar de tanto crimen y robo descarado, hasta el día de hoy, tú Alberto Fujimori Fujimori, eres incapaz de pedir perdón y muy por el contrario, sigues prepotente y manipulador como siempre; incluso, hoy pides que tu hija te salve; sí, Keiko, una persona limitada intelectualmente que vive rodeada de comodidades y lujos sin trabajar; ella sólo es la heredera de la mafia, de la peste que nos gobernó en tu dictadura y sigue rodeada de los mismos personajes que apoyaron y sustentaron tu régimen de robo, asesinatos, de envilecimiento y traición a nuestra patria.
Yo, no olvido.
Fujimori y Montesinos, fujimontesinistas, nunca más!
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JAIME ESPEJO ARCE